La fiebre por las redes sociales parece consumir el interés de los adolescentes por el conocimiento. |
Recuerdo que en mi adolescencia, cuando internet era algo solo concebible en las películas y series de ciencia ficción, en que el alumno más desaplicado de la clase era motivo de burla de parte de sus compañeros de estudio. Frases como "Burro", "Atila, el rey de los unos" (en donde un 1 representa la nota más baja), entre otras más que no alcanzo a recordar, eran usadas muy frecuentemente para referirse a aquellos alumnos que iban a la escuela para cualquier cosa, menos para estudiar.
Mucha agua a corrido desde esos tiempos hasta los presentes, y tal parece que hoy en día, ser ignorante, bruto, zopenco (o como le quieras decir) se ha convertido en algo digno de admirar, o por lo menos en la norma, entre los adolescentes de hoy en día. Si un alumno es aplicado en las clases, si entrega sus deberes o tareas a tiempo, si su promedio académico lo convierte en el mejor o en uno de los mejor de su clase; es objeto de burlas y chanzas entre sus compañeros de estudio, mientras que el más desaplicado es objeto de cierto tipo de admiración, siempre y cuando el mismo tenga una gran actividad en las redes sociales.