Cada día que pasa muchos padres se quejan de la supuesta adicción de sus propios hijos (y de los hijos de sus vecinos o amigos) hacía los dispositivos móviles, ya sea que hablemos de tablets y/o smartphones. A primera vista los argumentos de los padres se ven más que justificados, ya que se ha vuelto habitual ver a niños jugando con sus dispositivos móviles a casi cualquier hora, ignorando casi todo los que los rodea, como si fueran zombis, según las afirmaciones de muchos padres o familiares de los niños en cuestión.
En el pasado muchos padres se quejaban de la supuesta adicción de los niños a la televisión, y hoy en día ya casi nadie recuerda alguna conversación del pasado sobre algún padre quejándose sobre el hecho de que su hijo o hija pasase horas viendo televisión. Lo mismo pasaba cuando muchos padres se quejaban de que sus hijos andaban a toda hora escuchando música en el Walkman. No, no se trata de un problema de supuesta adicción; se trata sobre un problema de negligencia paterna y materna.
Hoy en día la mayoría de los padres no saben como educar correctamente a sus hijos, ni en que medida. La mayoría de los padres de hoy en día buscan las alternativas fáciles ante los retos que conlleva tratar los berrinches y malos comportamientos de sus hijos y es en ellas en que entra en juego la presencia de los dispositivos móviles. Muchos padres piensan que dejar que sus hijos jueguen con sus dispositivos móviles, cuando se portan mal, es la mejor opción para que "se porten bien". No nos engañemos; no se trata de un problema de adicción sino de educación. Esta nueva generación de padres deben establecer su autoridad ante sus hijos y fijar reglas estrictas de educación social dentro y fuera del hogar. En el pasado, cuando ni siquiera existía Internet, los padres hacían respetar las normas familiares a cabalidad, y jamás permitieron que sus hijos en actividades familiares como el almuerzo o la cena, tuviesen otro tipo de comportamientos como por ejemplo que su hijo o hija dejara de comer para ponerse a hablar por el teléfono fijo de la casa cuando algún amigo o amiga lo(la) llamaba, como tampoco escuchar música en el Walkman mientras se comía en la mesa, etc. ¿Entonces por qué los padres de hoy en día, permiten que sus hijos estén a toda ahora con sus dispositivos móviles, incluso en horas de almuerzo o cena?, Sencillo: por falta de autoridad paterna y materna, por que ambos tienen igual responsabilidad en la educación de sus hijos. Es faćil echarle la culpa a la tecnología cuando un padre no sabe como educar correctamente a sus hijos.
Los padres de hoy en día, deben fijar horarios en que los hijos pueden usar sus dispositivos móviles, así como también horarios de estudios, y horarios para realizar otras actividades sin el acompañamiento de dispositivos móviles, como lo es la hora del almuerzo o de la cena. Dejemos de echarle la culpa a la tecnología de todo, ya que muchas veces la tecnología es simplemente un chivo expiatorio de la falta de capacidad para afrontar diversos problemas de muchas personas, en especial, los padres negligentes.
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